La economía compartida utiliza plataformas en línea, para compartir activos o servicios subutilizados, de manera gratuita o pagando una cuota, tal y como sucede con Airbnb al ofertar inmuebles para hospedaje.
La legislación fiscal (tanto en MX como en gran parte del mundo) prevé impuestos por la prestación de servicios de hospedaje.
Con el ánimo de fortalecer la recaudación del Impuesto al Hospedaje, el Gobierno de la CDMX modificó su legislación fiscal para establecer que cuando intervenga una persona física o moral en carácter de intermediario, promotor o facilitador en el cobro de contraprestaciones por servicios de hospedaje y sea a través de ella el cobro por este servicio, deberá ser ésta quien entere el pago del impuesto por la prestación de servicios de hospedaje a la autoridad fiscal.
Es decir, Airbnb se convierte en retenedor del Impuesto al Hospedaje, el cual se recauda al huésped al momento de hacer la reserva.
La CDMX se convirtió en la primera Ciudad en América Latina en utilizar a Airbnb como auxiliar de recaudación del Impuesto al Hospedaje.
En la Ciudad de México, en lo que va del año, 143,000 personas han realizado reservas a través de Airbnb.