La Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE) despertó polémica al proponer la modificación de la normativa de las patentes, implementando estructuras de análisis de las invenciones mucho más rigurosas pretendiendo disminuir el aprovechamiento del fenómeno llamado “Patentes Secundarias”.
Las llamadas “patentes secundarias” consisten en que una farmacéutica – utilizando a su favor la amplitud y ambigüedad de la exigencia de “innovación” – obtiene la patente de un componente activo, respecto del cual ya se hubiese concedido una patente para un medicamento diverso, sin representar una real innovación en el campo, a efecto de extener la temporalidad de protección
La COFECE argumenta que el abuso desmedido de las patentes secundarias genera monopolios que aumentan los costos para los usuarios y disminuye sustancialmente la competencia.
Si una farmacéutica posee la patente de un componente y tres patentes secundarias, consistentes en: la forma de producción, la presentación del medicamento (ampollas o tabletas) y las indicaciones para su uso, con ello limita la posibilidad de que entren al mercado los genéricos del mencionado medicamento, ya que aun encontrándose vencida la patente que protege la invención del componente activo, la protección de las patentes secundarias pueden tener fechas de vencimiento distintas alargando la espera para introducir un genérico más económico.
Para evitar el uso desmedido de las patentes secundarias, la COFECE propuso delimitar los conceptos de “Innovación” y solo otorgar patentes que realmente representen un aporte a la rama.