Con el próximo cambio de la administración federal en diciembre de este año, se ha comenzado a especular si el nuevo titular del ejecutivo realizara modificaciones a nuestra Constitución Política, por ello, vamos a explicar la manera en la que el Pacto Federal puede ser modificado y a razón de que.
Conforme al artículo 71 de la citada Ley Fundamental tienen derecho de iniciar o proponer reformas, modificaciones o adiciones a la constitución:
- Presidente de la República
- Diputados y Senadores al Congreso de la Unión
- Legislaturas de los Estados y de la Ciudad de México
- Ciudadanos en un número equivalente, por lo menos, al 0.13% de la lista nominal de electores, en los términos que señalen las leyes
Ahora bien, ¿cómo es que ya presentada una iniciativa por aquellos con derecho para hacerlo puede llegar a convertirse en ley o, en este caso, modificar nuestra Constitución Política?
Nuestra Carta Magna preceptúa el procedimiento especial que debe cumplirse para que pueda modificarse, ello con el fin de dificultar que se le hagan cambios que desnaturalicen su esencia.
En ese tenor, el artículo 135 de la Constitución Federal señala que a efecto de que pueda ser modificada, Diputados y Senadores Federales, erigidos como el Congreso de la Unión, deben votar a favor de la modificación, debiendo tenerse, la mayoría calificada del voto favorable de las dos terceras partes de los Congresistas presentes al momento de la Votación.
Asimismo, por estar constituidos como una República Federal, cada Entidad del País cuenta con un poder legislativo local, por ello, la mayoría de las legislaturas locales de los Estados deben formar parte de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, votar a favor de la modificación aprobada por el Congreso de la Unión.
De todo lo dicho, podemos concluir que nuestra Constitución si puede modificarse, que es un proceso complicado y rigoroso, pero que nuestra Carta Magna, como la sociedad, va mutando con el tiempo y ajustándose a las necesidades del momento. También debemos señalar que, sin importar quien presente la iniciativa de reforma, los legisladores, tanto federales como locales, tienen la obligación de estudiarla y votar a favor o en contra solo si es en beneficio de su pueblo.