El T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá), tratado que viene a hacer las veces del TLCAN, refuerza en gran manera el tema de propiedad industrial en la rama farmacéutica.
Se ha consolidado la práctica de aceptar nuevos usos de sustancias médicas conocidas y de registrar sus patentes.
Esto significa, por ejemplo, que, si una persona hace el descubrimiento de células o moléculas, pero no le encuentra una aplicación, y posteriormente alguien más descubre que puede servir para alguna enfermedad, las segundas personas pueden registrar la patente de esos usos aunque no sean los dueños de la patente original de la célula o molécula.
Estos nuevos parámetros están dirigidos a proteger la innovación científica y tecnológica, y a incentivar a las empresas y laboratorios de investigación para crear nuevas y mejores propuestas.
Con esto, México se ha comprometido a modernizar la legislación, y así la industria mexicana verá un beneficio en materia de propiedad intelectual, mayormente en área de la industria, convirtiéndose más competitiva ante el mundo.