Las marcas están presentes absolutamente en todos los satisfactores que cubren las necesidades humanas, ya sean productos o servicios, la forma de identificarlos siempre será por medio de este tipo de signos distintivos. Es por ello que la marca representa uno de los activos intangibles más valiosos de las empresas consolidadas y las emergentes, en virtud de que provoca que el consumidor relacione los productos o servicios que adquiere, con la imagen, calidad y, sobre todo, con el prestigio de su titular, logrando con ello su reconocimiento en el mercado.
Derivado de la crisis que enfrenta el mundo por la pandemia, la población ha adquirido nuevas necesidades para las cuales no estábamos preparados, por lo que los proveedores de productos y servicios se han encontrado también en la necesidad de implementar nuevas formas de atenderlas, ya que de esta manera se mantendrán activas económicamente. Bajo ese contexto, es en este punto donde la marca se ubica en un nivel de especial atención y pieza clave en la reactivación de la economía, ya que es una herramienta básica para fortalecer a las empresas existentes, así como para impulsar a las emergentes que han nacido como
consecuencia de esta crisis en la que diversos negocios han tenido que transformarse o incluso, cambiar de giro comercial.
Una forma viable para reactivar una marca o bien para fortalecerla en estos tiempos de crisis, es mediante la concesión de licencias de uso donde terceros podrán intervenir económicamente en el mercado de la mano de su titular sumando esfuerzo para mantenerla viva en el comercio y, además, para hacerla crecer y perpetuarla para el futuro. Con una licencia de uso de marca otorgada a un tercero, el titular podrá obtener una contraprestación, lo cual permite la generación de riqueza y, lo más importante, la expansión del negocio.
En el mundo de las licencias de uso de marcas, encontramos una figura más especializada conocida como franquicia, la cual tiene como finalidad que los productos o prestación de servicios se efectúe de manera uniforme para mantener su calidad, prestigio e imagen, atributos que son reconocidos por el consumidor
frente a otras marcas. Mediante un contrato de franquicia, podrán transmitirse conocimientos técnicos al franquiciatario, así como métodos operativos, comerciales y administrativos previamente establecidos por tu titular.
Tanto la licencia de uso como la franquicia facilitarán a los titulares de marcas al fortalecimiento de sus empresas o negocios sin que únicamente en ellos recaiga la carga económica de mantenerlas en el mercado, por el contrario, contar con un licenciatario o franquiciatario permitirá que sus marcas permanezcan económicamente activas y que lleguen a más sectores de la población.
Para poder celebrar este tipo de contratos es necesario que la marca esté protegida pues sin esto, no se obtendrán los beneficios que de ellos derivan, por lo que es sumamente importante contar con la protección adecuada de las marcas que facilitará en una segunda instancia los acuerdos con terceros para su
fortalecimiento.
Como se observa, las marcas no dejan de tener importancia aun en tiempos de crisis, por el contrario, son un elemento fundamental para reactivar la economía del país y del mundo, por lo que es importante y recomendable utilizar los mecanismos que la Ley nos ofrece utilizando los activos intangibles más
importantes en una empresa, sea ésta grande o pequeña. Sin las marcas, los consumidores no tendrían la manera distinguir aquello que requieren para cubrir sus necesidades, por lo que entre una multiplicidad de cosas llanamente se perdería desde la calidad hasta la identidad de la propia empresa que genera dichos satisfactores, generando con ello pérdidas que podrían ser ganancias si se trabaja en su fortalecimiento, expansión y posicionamiento.