Actualmente la mayoría de las empresas se encuentran con la necesidad de hacer todo lo posible para tomar las medidas necesarias para proteger a sus empleados tomando en cuenta las Leyes y Regulaciones Gubernamentales, las cuales, derivado a su constante cambio no facilitan dichas tareas.
Nuestro gobierno se ha mostrado renuente a brindar apoyo a las grandes empresas, centrándose únicamente en apoyar a las pequeñas y medianas, así como en los empleados, destacando exclusivamente los siguientes apoyos:
- Los préstamos otorgados por el Instituto Mexicano del Seguro Social, cada uno por hasta $25,000 MXP, en sus términos y condiciones propios;
- Los programas de apoyo a los bancos comerciales para canalizar préstamos a pequeñas y medianas empresas, así como particulares;
- El aplazamiento de las contribuciones de Seguridad Social del Instituto Mexicano de la Seguridad Social y del Instituto Nacional de Fondo de Vivienda, de conformidad con los términos y condiciones proporcionados por dichas autoridades, y
- La flexibilidad en el pago de créditos y préstamos, ya que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores ha enmendado el Reglamento Contable de los Bancos para permitir que los bancos comerciales suspendan los pagos de capital e intereses de los préstamos a particulares y a pequeñas y medianas empresas.
Sin embargo, aparte de aplazar hasta el 30 de junio de 2020 la fecha límite para presentar declaraciones de impuestos anuales para personas físicas, nuestro Gobierno no ha concedido ninguna desgravación fiscal o incentivo pertinente.
Se calcula que el 84% de las empresas en nuestro país deberán hacerse valer de todos medios posibles para proteger sus activos (los trabajadores), siendo un medio, las pautas y recomendaciones emitidas por Instituto Mexicano del Seguro Social, para que los empleadores puedan garantizar un retorno seguro de las actividades y evitar el contagio. Dentro de dichas recomendaciones se encuentran incluidas: la ingeniería, medidas administrativas, de protección personal, de formación y de promoción de la salud, así como, el distanciamiento y el mantenimiento de la oficina en casa, en la medida de lo posible; Además, la plataforma CLIMSS del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) lanzó el curso en línea “Todos contra la epidemia COVID-19”, el cual, es de acceso gratuito para toda la población y tiene como objetivo brindar los elementos teóricos y prácticos que permitan comprender: ¿Qué es el Coronavirus? y ¿Cómo limitar su propagación y contagio?.
Es entendible que, para el próximo retorno a la nueva normalidad, principalmente deberán llevarse a cabo la implementación de los siguientes tres pasos:
A) Elaboración de un plan de trabajo, incluyendo un diagnóstico situacional, aplicando medidas de ingeniería, administrativas y de protección personal, así como una formación masiva a los empleados;
B) El retorno gradual y escalonado al trabajo, permitiendo el trabajo en casa para aquellos empleados que pueden realizar su trabajo en dicha modalidad y promoviendo una formación especializada, así como el control de la salud; y
C) El retorno total al trabajo, en el que todos los empleados continuarán sus actividades normales, con una formación especializada y con la aplicación de medidas de control y vigilancia.
Ahora, con respecto a las medidas sanitarias y de seguridad, las empresas deberán tener en cuenta que la regulación sanitaria en México, hasta la fecha, proporciona medidas sanitarias que se deben cumplir, dentro de las cuales están comprendidas: la facilitación frecuente del lavado de manos (agua y jabón o desinfectante de manos) y realizar algunas pruebas/cuestionarios a los empleados con el fin de verificar si tienen síntomas COVID-19; conjuntamente, los empleados deberán cubrirse la boca y la nariz mientras estornuden o tosen, evitando apretones de manos, abrazos y besos, manteniendo el distanciamiento dentro de las fuentes laborales de al menos 1.5 metros y dichos trabajadores no deberán salir de sus hogares si tienen síntomas compatibles con COVID-19.
Ciertamente se puede prever que, de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana 017-STPS- 2008, las empresas deberán llevar a cabo una evaluación del riesgo para identificar los riesgos a los que el empleado está expuesto y proporcionar el equipo necesario para llevar a cabo su trabajo, en el entendimiento de que hay equipo específico que debe proporcionarse en función de la evaluación del riesgo.
De todo lo anterior podemos concluir que, en los próximos meses frente al retorno de la nueva normalidad, mantener una fuerza laboral representa un gran desafío tanto para las compañías como para el Gobierno, sin dejar a un lado la actual situación de la pandemia y las especulaciones sobre un rebrote en los próximos meses.