De los cinco sentidos a través de los cuales los seres humanos percibimos el mundo, la realidad, es que el olfato es el sentido que más recuerdos nos evoca, pues basta con oler un perfume, un platillo, el olor del mar o el del pasto mojado, para remitirnos a un lugar, a una persona o una etapa de nuestra vida en específico.
Es por lo anterior, que durante los últimos años diversas compañías, agencias de publicidad, y empresas de marketing, han enfocado todos sus esfuerzos en generar una asociación directa entre sus marcas y productos o servicios, por medio de un aroma agradable.
Una marca olfativa, también llamada odotipo, consiste en el uso de un olor, aroma o fragancia como rasgo distintivo y exclusivo de una marca, es decir, lo que se busca es que el consumidor pueda reconocer y asociar un producto o servicio con su verdadero origen empresarial.
Las marcas olfativas son registrables desde el año 2018 en nuestro país y como cualquier otro signo distintivo es necesario que éstas sean susceptibles de representarse de manera que permita determinar claramente el objeto de protección, que distinga claramente productos o servicios de otros de su misma clase y especie en el mercado, que evidentemente sean perceptibles a través de los sentidos y, que además, se demuestre el aroma no es el producto en sí mismo, tal sería el caso de la perfumería.
Adicional a lo anterior, es importante señalar que, para obtener el registro de una marca olfativa es necesario que el aroma pueda ser representado visualmente, pues una muestra física perdería sus propiedades con el paso del tiempo.
A la fecha, en México, únicamente existen dos registros de marca olfativa, tal como es el caso de las plastilinas Play-Doh y las pinturas Aless con olor a bambú. Sin embargo, es cuestión de tiempo para que algunas de las marcas tramitadas sean concedidas y que las empresas y emprendedores comiencen a hacer uso de esta herramienta para dotar a sus productos o servicios una mayor identidad y originar de este modo, una relación más estrecha con los clientes.
Es así como, tenemos que las marcas de olor representan una gran oportunidad para todas aquellos emprendedores, grandes empresas y corporativos de utilizar en su favor las herramientas otorgadas por la Ley para impulsar el desarrollo de sus negocios.