El día 7 de marzo del 2019, se publicó en el Diario Oficial de la Federación la circular 3/2019, emitida por el Banco de México, que modifica la fracción I, último párrafo, de la regla decimonovena; la fracción VI, de la cuadragésima quinta regla. y la fracción I Bis, de la septuagésima regla, de las Reglas del Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios, emitidas mediante la Circular 14/2017, publicada en el Diario Oficial de la Federación del 4 de julio de 2017 y modificadas mediante las Circulares 5/2018, 11/2018 y 18/2018, publicadas en el referido Diario el 17 de mayo de 2018, 27 de julio de 2018 y 24 de diciembre de 2018.
El objetivo de las modificaciones apuntadas fue establecer el uso por parte de las instituciones que conforman el Sistema Financiero Mexicano de una plataforma electrónica desarrollada por el Banco de México denominada “Cobro Digital” (CoDi).
La plataforma de la que venimos hablando fue ideada con el fin de realizar pagos electrónicos a través de un esquema en el que el pago es solicitado por un vendedor o prestador de servicios, quien también sería el receptor del pago, lo que podrá hacer desde un teléfono inteligente o cualquier dispositivo con acceso a internet; en cuanto a la persona que realiza el pago, el emisor, lo autoriza desde su propio dispositivo con acceso a internet.
De la manera apuntada, la plataforma de Cobro Digital tendría como objetivo el proporcionar un medio de pago diverso a los que actualmente se manejan en pequeños comercios, como los son el efectivo y el punto de venta. Lo que evitará el uso de dinero en efectivo, pues otorgará mayor seguridad a los usuarios y al público en general para realizar cobros y pagos con las ventajas de eficiencia de las transferencias electrónicas y disminución de riesgos, toda vez que las operaciones son aceptadas al momento por el comprador de los bienes o servicios con lo que se evitan la duplicidad de cargos o la impugnación de cargos no reconocidos por los usuarios.
Sin embargo, la realidad es que, a pesar de que el CoDi tenía como fin permear en el sistema de pagos que regularmente es usado por comerciantes y publico en general, la realidad es que ese medio ha tenido poca penetración en la gente y en los comercios.
Las razones para la falta de uso de este sistema son varias, la principal, el que los comerciantes no cuentan en sus establecimientos con un servicio de internet y que los usuarios no tienen un teléfono inteligente o herramienta que se conecte a internet y produzca el Código necesario para realizar el pago.
Al cierre de agosto del 2021, Banco de México, como proveedor del sistema, solo reportó menos de 11 millones de usuarios/comerciantes registrados para usar el CoDi. Esta cifra representa menos del 50% de los números proyectados por ese Organismo Autónomo para el año 2020.
Esta poca penetración del Sistema de “Cobro Digital” no es más que el resultado de la poca previsión que los legisladores han tenido para estudiar las costumbres y el comportamiento de comercios y consumidores de bienes y servicios. Recordemos que parte del éxito de las leyes y su observancia deriva en la educación y costumbre, por lo cual, debe entenderse que el poco uso de ese sistema de pagos no es más que resultado de la falta cultura financiera y poco o nulo uso de la gente de las herramientas de la información.
Desde las reformas al Código Civil Federal publicadas 29 de mayo de 1999 y 7 de junio del 2000, en el Diario Oficial de la Federación, se ha previsto la utilización de aparatos electrónicos, ópticos o de cualquier otra tecnología en la celebración de actos jurídicos entre particulares para que el consentimiento puede ser exteriorizado por cualesquiera de esos medios y, así, agilizar y dar certidumbre a operaciones comerciales que han venido buscando maneras más expeditas de lograrse, por tales motivos, el uso de la plataforma de “Cobro Digital” debió ser un detonante para el avance de la bancarización y las prácticas comerciales rápidas y eficaces. No obstante, solo se trató de una serie de buenos deseos y desperdicio de recursos sin un resultado palpable para la sociedad mexicana, como muchos otro proyectos de la autoridad.