El pink tax o impuesto rosa, es el sobreprecio por la adquisición de ciertos productos dirigidos a mujeres, que tienen un similar para hombres, pero a menor precio, aún y cuando las características sustantivas de aquellos son idénticas, variando exclusivamente en etiquetados o colores destinados al género femenino.
Dicho fenómeno se evidenció primeramente en estudios elaborados por los gobiernos de Nueva York y Buenos Aires, de los que se desprende variación de precios en productos dirigidos a mujeres con relación a los dirigidos a hombres, desde un 7 % en juguetes, un 8 % en ropa y un 13 % en elementos de cuidado personal.
Incluso de la investigación realizada por el Departamento de Asuntos del Consumidor de Nueva York, se concluyó que de los productos investigados más del 42% tenían un precio superior únicamente por estar destinados a mujeres, aunque guardarán identidad de propiedades con los productos dirigidos a hombres. Diferencia de precios que atiende exclusivamente al género, por lo que se traduce en una forma de discriminación, pues se actualiza un trato diferenciado injustificado por la característica de ser mujer.
Dicho impuesto rosa no solo se ha observado en los países descritos, sino que incluso en nuestro país la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha reconocido que en México el impuesto rosa atiende principalmente a ropa y artículos de cuidado personal, concluyendo los siguientes resultados:
Siendo que tal sobreprecio por cuestión de sexo, resulta discriminatorio y contrario a los artículos 1 y 4 Constitucionales, pues aquellos a la letra prevén la obligacion del Estado de garantizar y proteger los derechos humanos, como es la igualdad entre el hombre y la mujer y los principios de no discriminación.
Sin embargo, tales prerrogativas no son debidamente salvaguardadas, pues si bien la Procuraduría Federal del Consumidor, tiene la obligacion de promover y proteger los derechos y cultura del consumidor y procurar la equidad, certeza y seguridad jurídica, lo cierto es que la Ley Federal de Protección al Consumidor no prevé medida alguna sobre este tipo de practicas comerciales, por lo que si bien la PROFECO ha emitido boletines señalando principios de consumo que ayuden a disminuir el impuesto rosa no ha sancionado aun a empresa alguna por tales conductas.