Una revista es un medio de comunicación por el cual se da a conocer información, ya sea de carácter general o bien, de un tema específico. Hoy por hoy, podemos encontrar diversos tipos de revistas, tanto impresas como digitales, en las cuales es posible consultar temas tan variados y específicos, que existe una multiplicidad de opciones para elegir la revista de nuestra preferencia en cualquiera de sus formatos.
Es aquí donde nos cuestionamos ¿Qué hará que esa revista sea diferente a todas las demás? Podemos responder de dos maneras:
a) El contenido. Prácticamente, este es un tema fundamental para hacer la diferencia entre una revista existente y una nueva opción para los lectores.
Al brindar un contenido especial y diferente, se atraerá a ese público que busca nuevas formas de informarse y también, entretenerse. El contenido de las revistas implica invariablemente tiempo y esfuerzo para su creación, desde los temas a seleccionar hasta aquellas personas encargadas de redactar los artículos, realizar reportajes, editar fotografías y videos, entre otros.
b) El nombre con el que será reconocida por los lectores. La única forma para que sea reconocido el esfuerzo realizado en la creación de la revista, es mediante su nombre. De esta forma, los lectores tendrán presentes contenido y podrán elegirla dentro de miles de productos semejantes.
Además del contenido que es básico para tener a un grupo de lectores el cual se pretende que crezca cada día más, el nombre es el que generará el valor de la revista, no sólo frente a la competencia, sino también, su valor económico.
Por lo anterior, una vez que se ha elegido el nombre de la revista, es necesario protegerlo para tener la exclusividad de su uso que es justamente lo que generará valor. Al respecto, existe la duda sobre cuál es la forma en la que debe registrarse el nombre de una revista, ya que existen dos figuras por medio de las cuales
puede hacerse: a) la marca y b) la reserva de derechos al uso exclusivo. Para responder a la pregunta, es importante mencionar que, si bien cualquiera de las dos formas protege los nombres de revistas, la recomendación es que se solicite el registro de ambas figuras, ya que el hecho de que se cuente con una no significa que se protege la otra de forma automática. Se han dado casos donde una persona cuenta con el nombre de la marca, pero no el de la reserva de derechos y, posteriormente un tercero ajeno solicita el registro del mismo nombre pero bajo la figura de la reserva de derechos, y, dado que son figuras distintas, el INDAUTOR, que es la autoridad encargada de este tipo de trámites, les concede el registro.
Para evitar que existan dos personas con el mismo nombre de una revista, pero uno con una marca y el otro con una reserva, es necesario que se solicite la protección de ambas figuras y con ello, evitar en la recuperación del nombre, litigios innecesarios, engorrosos y costosos en tiempo y en dinero, lo cual
puede prevenirse fácilmente con dos simples registros.
Es por ello que antes de lanzar tu revista al público, debes acercarte a un especialista en Propiedad Intelectual para que pueda asesorarte respecto a la viabilidad de registro tanto de la marca como de la reserva de derechos y con ello obtener el registro de ambas figuras, con lo que tendrás bien protegida tu revista y
con ello, su valor.