El Refugio Perfecto.
Maurizio Cattelan presentó su obra de arte titulada “Comediante” en la galería de arte Perrotin en Miami. La manifestación artística consistía en un plátano pegado por una cinta y fue puesta en venta por un valor de 120,000 dólares.
¿Quién valúa el arte?
El mercado del arte se ha convertido en un refugio de delincuentes dedicados al lavado de dinero principalmente por tres razones: la primera es por ser objetos de lujo difíciles de tasar, facilitando la realización de actividades fiscales ilícitas como evasión de impuestos o lavado de dinero. Otro factor importante para facilitar el blanqueo de capitales es la posibilidad de comprar y vender estas obras de forma anónima y privada. La última razón es la facilidad de la transmisión del objeto pues no se requiere de una formalidad específica para obtener la propiedad del objeto.
El artículo 17 de la Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita en su fracción VII considera como actividad vulnerable la subasta o comercialización habitual o profesional de obras de arte. Establece la obligación de dar aviso ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público cuando la compraventa de estos objetos exceda un valor de $431,520 pesos mexicanos. Así mismo se establece la obligación de guardar registros de identidad del comprador. Estas limitaciones al mercado del arte implican por una parte un impedimento para la realización de actividades ilícitas, pero por el otro es un grave golpe a la industria de las bellas artes.
El impacto afecta negativamente a coleccionistas y casas de arte pues lleva al comprador a repensar el destino de sus recursos. Es más fácil comprar arte en Nueva York de forma anónima, protegiendo así la identidad del comprador para evitar que sea objeto de extorsiones, a comprar arte en México y donde sus datos quedarán registrados por un mínimo de diez años.
Sin embargo, en un mundo globalizado y con problemáticas de seguridad tan severas como las que atravesamos actualmente es necesario terminar con el secreto con el que se ha movido el mundo del arte. El anonimato en este tipo de transacciones debe desaparecer, aunque la identidad de los compradores y vendedores debe estar protegida conforme a la Ley de Protección de Datos.
1 comentario
Me parece que es un golpe fuerte a quienes trafican con arte, en un país como el nuestro es muy difícil que ka gente acate lo que dice la propuesta.
Comments are closed.